Cinco de Junio de Dos Mil Doce

Por fin, el primer dia mas feliz de mi vida llego.
El dia anterior (lunes) empezaron las contracciones, y el martes bien temprano, a las tres y media de la manana mi nene ya estaba con nosotros.

Tengo un recuerdo precioso del parto, al igual que de todo el embarazo.
Es un nino precioso, que ya tiene cuatro meses, y seguramente este muy acostumbrado a los brazos, pero somos inmensamente felices.

Quiero retomar este blog que tanto me ha ayudado a desahogarme en los momentos dificiles, pero hoy lor hoy me es imposible ya que el pequeno ocupa todo mi tiempo (impensable sentarme delante del ordenador! Ahora estoy con el movil)

Quiero animar a todos los futuros papas que estan tardando un poquito mas de lo que habian pensado. Al final todo llega.

Prometo volver. Besitos!

Semana treinta y seis: en casa, ya de baja

Ya estamos en la semana treinta y seis, y a falta de menos de un mes, estamos en casa, preparándonos para el gran día.

Mi pequeño está cada vez más gigante. Hace dos semanas ya pesaba 2.600, aunque por las patadas que da en sus momentos de alegría, yo diría que ya pesa como ocho kilos.
Me da mucho miedo el momento del parto, pero estoy deseando que esté con nosotros.
He tenido el embarazo más precioso del mundo, he visto cómo ha ido creciendo mi barriguilla; aquellos días, de sólo cinco meses, y que pensaba que se notaba algo....
Ahora ya, con ocho meses cumplidos, esto sí que es barriga!! Voy a echar mucho de menos llevarte dentro de mi a todas partes, pero tengo muchas ganas de poder tenerte en brazos, y comerte a besos, mirarte, dormirte, abrazarte....

Papá también tiene muchas ganas de que llegues a casa. El otro día lo sorprendí entrando a mirar cómo ha quedado tu habitación. Teniendo en cuenta lo serio que es, el hecho de asomarse e imaginarte durmiendo dentro, jugando, bañándote...., me hizo emocionarme mucho de verlo tan contento.
Está muy nervioso, sobre todo porque mamá aun no ha preparado la bolsa para llevar al hospital. Si te digo la verdad a mi no me preocupa demasiado, sé que vas a ser tan bueno, porque me has dado un embarazo tan bueno, que en caso de urgencia me podrás esperar un momento para guardar las cuatro cosas que he de echar.

Ahora mismo estás dando muchos saltos en mi barriga, debes estar muy contento porque acabamos de comer.
Te quiero mucho peque, tengo muchas ganas de abrazarte.
Estamos aquí, esperando a que llegues. No tardes!!

Los machos de mi casa.

Una vez dije esta frase, de broma con unos amigos, dirigiéndome a mi marido y a mi perro, y haciendo alusión a lo protegida que me sentía con ellos dos.
Pues ahora se confirma, que si Dios quiere seguiré igual o más protegida por ellos y es que por fin sabemos el sexo del bebé: un niño!!

Estoy muy contenta. En realidad me daba igual, niño o niña, porque creo que es algo tan maravilloso que nos está sucediendo que la cabeza no me da para más, para pararme a pensar si yo prefería una cosa u otra.
Me dio un poco de pena por mi mami, porque ella estaba tan entusiasmada pensando que quizá sería una niña...., pero se recuperó pronto!!
El padre sí que está orgulloso, ¡¡un niño para llevárselo al monte!! Supongo que a una niña también se la podría llevar, siempre y cuando no sea como yo, que pienso que el monte para los conejos.

Pronto iré a la eco de las veinte semanas, y estoy deseando volver a verlo. Me encanta ver cómo mueve sus manitas, cómo se da la vuelta, cómo se escurre....

Ahora estoy en una etapa de absoluta relajación. Había escuchado que las embarazadas nos volvemos histéricas y volvemos histéricos a nuestros maridos con nuestros caprichos e ideas absurdas. Creo que eso sólo le pasa a quien no tiene problemas para tener hijos. Con todo lo que hemos pasado para llegar hasta aquí, con todo lo que hemos compartido, y todo lo que nos hemos apoyado, ¿quién tiene ganas de discutir? Lo único que me apetece es darle besos y contarle lo feliz que me siento  notando cómo se mueve e imaginando cómo será nuestra nueva vida, con un macho más en casa.